Por: José Abdalah Sárate.
Experiencia como Presidente Club Social Rangers de Talca (Corporación), Presidente Federación de Fútbol de Chile, Vice presidente de la ANFP, Miembro Ejecutivo Conmebol, Presidente INAF, Director y creador CDF.
Hace ya casi un mes la hinchada de Rangers después de lamentar la decepción de una campaña no esperada en 2022, rápidamente y para olvidar la tristeza y el desencanto recibimos la noticia de que llegaba un ex – Director Técnico.
Acá en Talca era bien recordado: Dalcio Giovagnoli.
Alejado algún tiempo de la actividad, en el papel era más atractivo que los anteriores entrenadores.
La primera sorpresa fue una conferencia de prensa “bastante artesanal” para un club profesional, donde se manifestó que había que observar a la gente de Talca para evaluar.
Después de una semana comenzaron las contrataciones.
“La sorpresa” fue mayúscula.
Sólo se contrataron cuatro refuerzos y, además de dudoso rendimiento en algunos casos.
El arquero Yaír Bonnín que viene de un equipo argentino de menor categoría (Deportivo Madryn), Ezequiel Luna procedente del modesto San Luis, jugador que viene claramente “de vuelta”, Fernando ´Chiki´ Cordero, permanente alternativa en Ñublense y Claudio Jopia, inactivo hace 1 año y con pasos anteriores en Cobreloa y Magallanes donde nunca fue titular ni menos se consolidó.
¡¡¡INTERROGANTES!!!
Claramente y aunque en el fútbol las apuestas nunca se aseguran, acá no hay intención de ascender este año.
Si bien es cierto, se mantuvo cierta base aunque se dejó partir a Ignacio Lara y Nicolás Rivera, ambos jugadores de casa y Camilo Melivilu como alternativa, la verdad es que Rangers está lejos de contar con un plantel competitivo, considerando la avanzada edad de varios jugadores y la creencia que con elementos de la cantera, será posible tener éxito en consecuencia que los resultados de los juveniles no fueron de los mejores en 2022.
“Curioso” por otro lado, que un DT como Dalcio Giovagnoli se haga partícipe de este proyecto que más se enfoca a un mediano y largo plazo en un Club que ya después de 10 años necesita urgentemente subir a la División de Honor y, más que a la hinchada se le mienta haciéndole creer que el objetivo es ascender ¡ahora!
¿Cuál será el trasfondo?
¿Invertir poco pensando en una venta del Club como algún medio lo mencionó en Santiago? ¿Por qué el DT firma y acepta un contrato indefinido que libera a las partes en forma fácil y económica de dejar la institución? ¿Por qué la prensa local deportiva avala todas estas prácticas sin mayor rigurosidad?
Por otro lado, un tema menor son los reclamos en el valor de los abonos que a pesar de la publicidad desplegada todos estos años, ha sido una venta insignificante.
Este año será quizás la más baja en un Rangers en decadencia total.
Un producto devaluado a la mínima expresión, partidos amistosos que se anuncian con equipos amateur lejos de las hermosas noches rojinegras que se hacían hasta con presencia de equipos internacionales.
Rangers cayó en un pozo profundo y ya ni parecidos a equipos denominados “chicos” como Deportes Copiapó o San Felipe, entre otros.
Santiago Wanderers, Universidad de Concepción, Deportes Temuco, Deportes Puerto Montt, Cobreloa, Deportes Iquique, se han reforzado convenientemente.
Al revés de lo que algunos hinchas reclaman por los precios de los abonos, hubiera querido un valor más alto pero con contrataciones de buen nivel.
Otros años se desarmaron los planteles.
Ahora se ha conservado cierta base, pero no se trajeron los 6 jugadores que debían ser de alto nivel y curiosamente dándole la responsabilidad “a los de casa” como si fueran la gran solución.
Toda una interrogante a resolver.
Por eso, este 2023, será OTRA GRAN DECEPCIÓN DE NO MEDIAR UN MILAGRO QUE HACE 10 AÑOS SE ESPERA, PERO SIN UNA POLÍTICA DEPORTIVA DEFINIDA, DE CARA A LOS HINCHAS ACEPTANDO LAS DEFICIENCIAS Y HABLANDO CON LA VERDAD.
¡Hasta la próxima!