* En el confinamiento en sus casas, los deportistas fueron acompañados desde los aspectos socio-emocional, socio-económico y físico-táctico para mantenerlos motivados. Ahora, disfrutan de las aguas, principal fundamento para la práctica del Canotaje.
Con tremenda alegría un grupo de canoístas de San Javier, echaron sus embarcaciones a las aguas del Río Loncomilla, para volver a navegar.
Un momento sublime y que valoraron por lo que significa reencontrarse en su hábitat natural y haciendo lo que más les gusta.
Durante estos ocho meses de pandemia por Covid-19, el profesor Gerardo Díaz explicó “la preparación del equipo de canoístas varió en esta época,tanto en los aspectos socio emocional, socio económico y físico-técnico. La situación es muy simple. En lo socio emocional, ha sido tremendamente complicado manejar no solo en esta disciplina sino que en las otras, por lo que se ha vivido en los hogares como con los deportistas. Nuestro gran desafío ha sido trabajar en el área socio emocional con los papás, con ellos y todas las personas que los rodean. En lo socio económico, la mayoría de nuestros padres tienen una situación no muy buena. Algunos se han visto afectados por la falta de trabajo y se va reflejando en el accionar de los chiquillos y se nota fuerte por falta de alimento en algunos hogares. Y lo tercero, es lo físico-técnico. Influye por que entrenar en la casa como sucedió, es hacerlo en espacios reducidos y afecta en la conectividad además, para cuando hacíamos trabajo remoto. Lo suplimos con la entrega de documentación y mejoramos para que se mantuvieran activos durante este tiempo”.
El retorno a las aguas fue como volver a nacer.
Es el mayor de los placeres y satisfacción interna que puede vivir un canoísta.
Para el profesor de CEM-Maule de San Javier, nivel iniciante del Instituto Nacional del Deporte, Gerardo Díaz “el agua es el primer elemento para un canoísta. Es irreemplazable, pero sí fuimos capaces de mejorar durante estos meses el trabajo físico y técnico a través de vídeos e información que les entregamos. Ellos fueron capaces de crear sus espacios y acoger el plan de entrenamientos físico-funcional en donde involucramos al grupo familiar”, precisó.
2020 ha sido el año más duro de enfrentar para la actividad física y el deporte.
Ya llegado el II semestre y aquél calendario que estuvo detenido 8 meses, se ha comenzado a reactivar con controles selectivos en el Río Maule de Constitución, en Quillón, Región de Ñuble y viene el Campeonato Nacional de Velocidad en Laja, Alto del Biobío.