- El extenuante torneo de 34 fechas se jugó en cinco meses. Huachipato ocupó apenas 17 jugadores y con ellos superó a la poderosa Unión Española y a un fuerte Colo Colo, base de la Selección que jugó el Mundial de Alemania ‘74.
- “Todos mis hombres saben a lo que juegan, por eso Huachipato es un equipo equilibrado. No juega por ningún motivo a lo que juega el rival, sino a lo que sabe y a lo que siente”. El resumen del entrenador Pedro Morales.
- “Ganamos ese campeonato porque todos estuvimos comprometidos con esa idea. Y cuando digo todos, hablo de los jugadores y sus familias. Era un grupo maravilloso, dentro y fuera de la cancha”, recuerda Eddio Inostroza.
Para los estadísticos, los 50 años se cumplieron en 1974. Para la rigurosidad del calendario, este domingo 2 de febrero se celebró la fecha exacta del medio siglo en que Huachipato consiguió el título de campeón del Torneo Nacional ’74. Una corona impensada a comienzos de temporada, pero que se justificó íntegramente a partir del segundo tercio del certamen, pese a la mayor envergadura de sus dos grandes rivales, Unión Española y Colo Colo, y del emergente Palestino.
Desde 1967, cuando debutó en la división de Honor, Huachipato soñaba con su primer título. En aquel estreno, fue 6°. Vinieron después tres años de erráticos sistemas de torneos por zonas que probó la Asociación Central de Fútbol (ACF): Provinciales y Metropolitanos. El club acerero nunca logró clasificar para las fases finales.
Los torneos tradicionales de todos contra todos volvieron el ’71. Huachipato escaló de a poco: 12° ese año; 8° el ’72 y 3° el ’73. En la rectora empresa de la siderurgia, se mantuvo la convicción en el proyecto deportivo. El ’74 algunos de los juveniles maduraron, otros de la zona se arrimaron y no se falló con los refuerzos. Al final, aquel 2 febrero de 1975, Huachipato se coronó como el primer campeón del sur. “Sin ser el más brillante ni el más arrollador”, como se escribió en la época. Pero sí “el más regular y equilibrado”.
CAMPEONATO ANORMAL Y DESORDENADO
Sin otras explicaciones más que la realización del Mundial de Alemania y el frágil estado social en que se encontraba el país luego del golpe militar de 1973, el Torneo Nacional comenzó el 1° de septiembre de 1974.
Entre abril y agosto se había jugado la Copa Chile, entre los 18 clubes de Primera y los 16 de Segunda, divididos en tres grupos regionales cuyos equipos disputaban partidos todos contra todos, ida y vuelta. Un certamen que se eternizó, según la prensa deportiva, y que solo se justificó para recaudar dinero, que fue muy poco porque se jugó con estadios estaban semi vacíos. La situación económica del país no daba para asistir con frecuencia a los recintos. La que se vivía en las vigiladas calles, tampoco.
Deportivamente, los equipos fueron sobre exigidos con dos partidos a la semana. Aquel torneo pensado para que los elencos se pusieran en forma, de acuerdo a los medios escritos, solo fue emocionante a partir del tramo de los cuartos de final.
Campeón de la Copa Chile fue Colo Colo, que ganó una de las semifinales en un tercer partido extra con Huachipato. El equipo acerero era dirigido por Pedro Morales, quien en la práctica había estado al mando de la Selección en el Mundial ’74, tras una crisis diabética que aquejó al seleccionador Luis Álamos en Alemania. Pero los de Talcahuano se vislumbraron como uno de los actores principales de la temporada, aunque no llegaran a dar la vuelta olímpica de ese torneo de “puesta a punto”, que sí celebraron los albos al vencer en la final a Santiago Wanderers por 3 a 0.
La interrupción obligada por el Mundial, en el que Chile cumplió una correcta participación, aunque quedó eliminado en la fase de grupos, marcó una partida tardía, llena de problemas de calendarización.
Dado lo ajustado de las fechas hasta fines de año, la programación fue un verdadero caos. La ACF, presidida por Francisco Fluxá, comenzaba a vivir movimientos internos llamativos. Varios militares, representantes de los clubes de las Fuerzas Armadas -como Naval y Aviación- salieron de su habitual segundo plano, para generar ruido sin un propósito hasta ese momento claro.
Se supo temprano que el torneo del ’74 iba a terminar el año 1975 y que las fechas se irían sucediendo cada vez con menos días de descanso, lo que hacía presumir un final intenso, en el que los planteles más compactos tendrían mayores opciones. Pero jamás se sospechó que tendría un desenlace como el que se vivió.
Todos los testimonios coinciden en que el último partido, contra Deportes Aviación en Las Higueras, fue uno de los peores jugados en el año. La ventaja de dos puntos era tranquilizadora, un empate servía para dar la vuelta olímpica (el ganador obtenía 2 puntos en esa época), pero el bajón de la última parte no garantizaba nada (En Cancha, Hugo Marcone).