Por: José Abdalah Sárate, Presidente Club Social Rangers de Talca (Corporación), Presidente Federación de Fútbol de Chile, Vice presidente de la ANFP, Miembro Ejecutivo Conmebol, Presidente INAF, Director y creador CDF.
Han pasado largos 13 años desde que nuestro fútbol producto de una Ley, autorizó a los clubes profesionales de Chile transformarse en SADP, en forma voluntaria, a lo cual adhirieron la mayoría de los clubes.
Hoy de forma contraria a lo pensado por el mundo futbolístico que llegarían fuertes inversionistas, lo que traería un crecimiento de las instituciones que volverían a llevarnos a los éxitos deportivos para Chile, ya que desde el Mundial del ´62 estos no llegaban y, en el caso de los clubes un ejemplo es Colo-Colo que hace años (1991) obtuvo la Copa Libertadores de América.
Hoy el tiempo nos da cuenta que se ha conseguido menos que en otras épocas (dos clubes de alta convocatoria disputando el descenso). Si bien es cierto, aunque con muchos tropiezos económicos y con menos recursos se veía el crecimiento futbolístico. Prueba de esto es la “generación dorada” que difícilmente se vislumbra algún recambio próximo.
Por otra parte, se perdió la identificación con el hincha / socio, sobre todo en el sentir de los clubes que representan a las ciudades como Rangers de Talca, del cual quisiera hacer este relato, ya que es aquello lo que me importa como rangerino y ex Presidente de la institución.
Me asiste el derecho de que el tiempo me dio la razón y jamás aprobé que nuestro club pasara a transformarse en SADP.
Por esos años y ya como Vicepresidente de la ANFP y Presidente de la Federación de Fútbol de Chile, podía vislumbrar que en esta modalidad los clubes iban a ser tomados por empresarios, donde el fútbol pasaría a ser un negocio.
En esta industria donde poco importa el hincha y los intereses se alejaron de los que siempre estuvimos acostumbrados. Un fútbol más sociable y donde se elegían las directivas de forma democrática.
En el caso de nuestro club, un grupo de ex dirigentes y en forma dividida, forzaron una quiebra para no pagar una deuda perfectamente manejable, pero esto les permitía apoderarse del club a costo cero. Aclaro de forma inmediata, que al momento de mi retiro del club, este se encontraba sin deuda alguna.
El año 2001 fui a la ANFP con la venia de mi directorio y desde ese momento pasaron cuatro Presidentes hasta el año 2010.
De estos dos grupos de dirigentes, ninguno se adjudicó el remate por falta de recursos, quedando en manos del Sr. Pini de nacionalidad argentina, junto a don Jorge Yunge de nacionalidad chilena, quien ha estado en todas las administraciones más que inversionista como operador, por esto con su ayuda, se deja atrás la administración Pini y bajo su gestión llega un grupo de ex dirigentes talquinos que a excepción de don Ricardo Cruz, no tenían mayor interés de invertir y estaban alejados del sentimiento del hincha real. Más bien, con el afán de contratar cada uno de ellos jugadores y técnico sin mayores lineamientos de una política deportiva clara y definida para lograr éxitos deportivos y llegar así a Primera División.
La falta de conocimientos en esta actividad que generalmente es deficitaria económicamente, les pasó la cuenta.
Vendieron el club, siempre actuando como articulador, don Jorge Yunge (hoy además, director en la ANFP) al Sr. Felipe Muñoz, al que con arraigo talquino le pareció que Rangers podría ser una mejor plaza que su Club Deportes Copiapó y muy cercano a su socio comercial, el Sr. Sánchez de Antofagasta.
Luego de esta reseña… podemos analizar, ¿tendrá culpa el Sr. Marcoleta o alguno de los muchos técnicos que han desfilado en estos 11 años de la situación del club hoy?
¡Llevamos más de 7 años!, en una División en la que nuestro club por tradición ¡no merece estar!
Las explicaciones y errores son múltiples partiendo por la poca inversión desarrollada (excepto al grupo Pini que son representantes de jugadores), dueños permanentemente ausentes, alejados de los hinchas y de la institución que poco saben del real amor al club, a veces no estando en la ciudad, pocas veces asistiendo o alentando a sus jugadores.
Producto de esto, quienes forman parte directiva del club, jugadores y cuerpos técnicos los ven lejanos a cargo de dos jóvenes sin mayor experiencia dirigiendo una institución deportiva.
Hoy nuestro club, no tiene identificación.
Los aniversarios, solo como ejemplo.
Se celebran solo con grupos de barras. Inclusive, se prometió alguna vez llegar a más de 3 mil abonados, como si eso fuera apretar un botón y listo.
¿Sabrán que en otra época eso se consiguió?
Por todas estas razones, es posible deducir que estos dirigentes deben haber perdido más dinero del esperado.
Hoy mi reflexión después de este nuevo dolor, pasado el entusiasmo que sentí al ver que se había armado un buen plantel, mérito del Sr. Marcoleta, sin duda, aunque con cierta ausencia de saber dirigir a partir de la segunda etapa, quizás por tanto jugador disponible a su cargo, este constante no saber qué hacer con todos ellos. Entonces, volvemos a lo mismo: un Club a la deriva, con un dueño que no vibra con la institución, ni por la institución, que no está en el día a día, expresando la seguridad y motivación necesaria.
¡Es hora! de hacer una reflexión interna y profunda, pero por sobre todas las cosas, me imagino, no cometiendo la locura de volver a contratar 15 jugadores como cada año.
Me parece que hay una buena base.
Por algo se llegó a instancias finales.
Cambiar 5 jugadores por otros 5 buenos refuerzos y un DT, que lea y mueva mejor las piezas de este maravilloso juego que es el fútbol, pasión de tantos de nosotros…
Esta tal vez podría ser la fórmula… pero, NADA ES POSIBLE SIN AMOR VERDADERO.