Por: Manuel Herrera Blanco.
Ex basquetbolista, director técnico.
Académico Universidad Católica del Maule.
Presidente Asociación Regional de Básquetbol.
Siempre cuando alguien se refiere a practicar una actividad física y hacer deporte nos encontramos con la visión de muchos especialistas que opinan, esto a consecuencia de los últimos estudios que demuestran claramente que seguimos siendo un país sedentario, con mucha gente con sobrepeso y obesidad, con malos hábitos alimenticios, y con una creciente predisposición a enfermedades sicológicas producto del stress ya sea físico o laboral.
Por todo ello es bueno compartir cuales son los beneficios que la actividad física en general y los deportes en especial, produce al ser constantes en su práctica.
En las edades tempranas hablemos de la infancia hasta la adolescencia los cambios notorios son en el crecimiento en estatura, el desarrollo de la masa muscular, los reflejos y la agilidad que vienen de la mano tanto de las habilidades motrices y las cualidades condicionales que nos permiten realizar las etapas claves para dedicarse activamente a alguna disciplina en especial.
En la etapa adulta ya se consolida lo anterior favoreciendo el aparato circulatorio, corazón y pulmones, más el desarrollo muscular tan importante para la parte postural que significará crear el hábito de hacer actividad física todos los días o al menos 3 veces por semana.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) plantea que en estos tiempos la Salud la es considera como un estado de completo bienestar físico, mental y social, ello significa que tenemos que cuidar nuestro cuerpo en el aspecto físico para evitar tener problemas posturales y si hacemos deportes considerar una buena preparación.
En el aspecto mental debemos tener la tranquilidad de que nuestras actividades ya sean laborales, como estudiantes, como personas en general, tengamos esos espacios que nos permitan recrearnos, disfrutar, y con el tiempo suficiente para poder realizar alguna actividad que nos permita tener esa salud mental.
Por último en el aspecto social, tener esa oportunidad de compartir con los demás, conocernos, ser parte de un grupo que sin duda permite la solidaridad, la empatía, etc.
Como resumen podemos decir que la actividad física y el deporte:
Aumenta la vitalidad: mejora la resistencia a la fatiga, por lo que proporciona más energía y capacidad en el trabajo y el estudio.
Combate el estrés: al reducir ansiedad y depresión, facilita la relajación, disminuye tensión y ayuda a conciliar el sueño.
Fortalece los pulmones: un ejercicio aeróbico (activa gran parte de los grupos musculares y obliga la movilización de aire), refuerza la capacidad de los pulmones, mejora la circulación de oxígeno en la sangre.
Fomenta la convivencia: cuando se hace actividad entre amigos y familiares, fortalece los lazos afectivos, además de que da oportunidad de conocer gente.
Favorece autoestima y autoimagen.
Ayuda a controlar temperamento: reduce la violencia en personas extremadamente temperamentales.
Disminuye niveles de colesterol y riesgo de infarto, además de que regulariza la tensión arterial.
Combate sobrepeso y obesidad: como cualquier actividad física, la práctica continua favorece la quema de calorías y, por tanto, ayuda a mantener peso saludable.
Estimula la liberación de endorfinas: el buen ánimo de la mayoría de los que hacen actividad física estimula la producción de las llamadas “hormonas de la felicidad”.
¡Los invitamos a cuidarse y ser felices haciendo alguna actividad física o deporte!