*Fue lejos el mejor equipo del Torneo Nacional de la II División y pese a haber estado amagado por Fernández Vial, se hizo justicia deportiva.
Lautaro de Buin es de esos clubes que todo el mundo que circula por la ruta 5 sur destino a Santiago, es capaz de divisar por su pintoresco estadio a orillas de camino, pero jamás entra a él.
El pasajero puede hasta grabarse el nombre, saber de su existencia, pero nunca haber visto en terreno un partido oficial.
Le conocen como “el Toqui del Maipo” por ese extenso territorio al sur del Gran Santiago en donde se siente fuerte la ruralidad.
Su Club que los representa, Lautaro de Buin ha cumplido 98 años de existencia y en un hecho histórico, logró el ascenso directo al profesionalismo tras superar en Rancagua 2 x 1 a General Velásquez.
Marcaron Nicolás Gutiérrez en los 13´ y Giovanni Bustos en los 33´, descontando el camerunés Job Bogmis en los 84´.
Un ascenso que se selló faltando 1 fecha para el término del Torneo Nacional de la II División, por el empate 1 x 1 de Fernández Vial-su escolta-, y Deportes Colina (69´ Juan Segovia; 88´ Gerson Martínez) y que dejó a los ferrocarrileros 1 temporada más en la categoría.
Uno de los méritos que tuvo Lautaro de Buin dirigido por Carlos Encinas, quien realizó una gran inversión contratando jugadores de experiencia del profesionalismo, es que jugó todo el año lejos de su localía junto a la panamericana.
Se trasladó hasta el Estadio Bicentenario de La Florida, que lo transformó en un bastión inexpugnable y digno del título que ha logrado.
Un campeón con el sello y raza de los pueblos originarios.
Gráficas: ANFP.