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Según el Diccionario un rastrero es una persona “Que actúa de forma despreciable o innoble para conseguir sus propósitos, a costa muchas veces de la propia humillación”.
Por ejemplo se dice “sabíamos que era rastrero, pero no sabíamos hasta qué punto se rebajaría”.
Los sinónimos de rastrero son indigno, innoble, abyecto, arrastrado, miserable, bajo, vil, ruin, lameculos y tiralevitas.
Todos llevan a la misma conclusión.
Una especie de rata que se arrastra en búsqueda de sus deleznables fines.
Rastrero es el adjetivo que se aplica a aquél que se arrastra para desplazarse.
Esta acción de vida viene ocurriendo mucho en el ámbito de las comunicaciones.
El fin de semana quedó al descubierto un quiebre mediático en un programa deportivo de Santiago que ha tenido una enorme repercusión, provocado precisamente por un rastrero.
El martes 28, se produjo otro caso, aunque en una sala de tribunal, quedando en evidencia que “el rastrero” se coludió con un personaje para perpetuarse en un cargo que no le corresponde y al cual llegó como un escalador que se ha ganado fama por este mismo actuar en medios.
El rastrero se sigue rebajando para disfrutar de ese mal entendido poder que se le ha conferido, sin importarle nada ni nadie y sin, claramente, haber aprendido ética periodística.
Su objetivo es el reconocimiento social y el sucio dinero que moldea a estos sujetos para sus fines personales.
Del gran maestro Víctor Hugo este rastrero de la pasión “es parte de los miserables” de esta sociedad.