- El MAN 6×6 de Jordi Juvanteny y José Luis Criado, la pareja de participantes españoles con más participaciones en el Rally Dakar, cuenta con un sistema híbrido de alimentación de hidrógeno y HVO (aceite vegetal hidrotratado) desarrollado por la compañía EVARM.
En el Rally Dakar hay dos maneras de afrontar la aventura: aceptar el reto y adentrarse en el desierto para tratar de salir de él con los bolsillos cargados de experiencias, o elevar el listón y atreverse con proyectos innovadores que añadan un extra de dificultad a una de las pruebas de motor más duras del mundo.
El equipo KH-7 ECOVERGY Team ha optado por esta segunda con su innovador sistema híbrido de combustible hidrógeno / HVO (diésel renovable a partir de aceite vegetal hidrotratado) que ya hizo historia el pasado enero al completar la carrera.
Jordi Juvanteny y José Luis Criado no se conformaron con la hazaña de hace 11 meses y vuelven este enero a los desiertos saudíes con su inseparable camión MAN 6×6 modificado por EVARM, una empresa española con sede en Sant Boi de Llobregat (Barcelona). La presencia en la cabina de Xavi Ribas, responsable del desarrollo técnico, será un importante apoyo, que permitirá recopilar datos e información en tiempo real.
SÓLO 10 KILOS DE HIDRÓGENO PARA HACER 900 KILÓMETROS
¿Cómo funciona el sistema mixto hidrógeno / HVO?
El hidrógeno sostenible, procedente de fuentes de energías renovables, como la eólica o la fotovoltaica, se almacena en dos tanques de 100 kg cada uno. A través de una boquilla especial de repostaje, se recarga a una presión de 350 bares con unos camiones cisterna que este 2024 proveerá la organización del Dakar. Una vez dentro, ocupan otros cinco kilos por depósito. Es decir, con apenas 10 kg de hidrógeno, el equipo KH-7 ECOVERGY Team es capaz de completar etapas dakarianas de hasta 900 kilómetros, contando tanto las especiales cronometradas, como los enlaces.
Estos depósitos, con forma cilíndrica, van cargados en la caja del camión y recubiertos por una especie de sarcófago de un material especial, que es capaz de aguantar temperaturas muy elevadas, que protege los depósitos de impactos y retrasa la llama en caso de incendio.
Al mismo tiempo, los propios tanques superan pruebas extremas de seguridad antes de instalarse en el 6×6: son ignífugos y son capaces de aguantar una caída libre desde 30 metros de altura (unos 10 pisos) sin dañarse y sin que haya una sola fuga de combustible.
Cuando Juvanteny, el piloto, pulsa un botón a la derecha del volante, el hidrógeno viaja a través de unas canalizaciones hacia la parte delantera de la cabina –tras reducir su presión a entre 8 y 50 bares–, donde se encuentra el motor modificado turbodiésel de 6 cilindros, 800 CV y 12.000 centímetros cúbicos.
Una vez dentro de la cámara de combustión del propulsor, las modificaciones realizadas por EVARM permitirán que el hidrógeno se mezcle con el HVO (y anteriormente con el diésel) y prenda por compresión para generar la potencia que haga mover los tres ejes motrices de este ‘gigante’ del desierto.
El trabajo intenso de desarrollo en la sede de la compañía catalana durante el último año ha hecho posible que el equipo pase de reducir entre un 40 y un 50% sus emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera, a subir el listón y evitar un 85-90% de las mismas en el próximo Dakar 2024 gracias al hidrógeno.
“Nos hemos centrado sobre todo en mejorar la eficiencia del hidrógeno para maximizar la autonomía del camión, porque hacemos tanto las etapas como los enlaces (en torno a 800-1000 km al día) con este combustible. Por otro lado, hemos mejorado la cantidad de hidrógeno que utilizamos respecto al combustible tradicional y estamos en valores del 70-80%. Además, el desarrollo de los sistemas electrónicos ha aumentado la fiabilidad y la seguridad de todo el sistema, que ya en el pasado Dakar no dio ni un solo problema”, apunta Xavier Ribas, responsable de evolucionar el innovador sistema en EVARM.
Gráficas: Pep Segalés / FotoP