- Una de las selecciones favoritas de la Eurocopa, ganó con un autogol a Austria en un debut pálido que no se condice con su jerarquía mundial.
Dentro de todas y cada una de las cualidades impresionantes de Kylian Mbappé y entre todos los recursos que maneja Francia, nadie contaba conla suerte como el aspecto más crucial de todos para doblegar a Austria, en un centro del capitán francés que magnificó Maximilian Wober contra su portería (0-1), en un partido que terminó Didier Deschamps sin su figura, fuera de acción por un golpe y una brecha en la nariz.
La favorita, subcampeona del mundo en Qatar 2022 y coleccionista de elogios y pronósticos favorables en su desafío en Alemania 2024, no está tan por encima de nadie, ni de Alemania ni de España ni de Inglaterra, a juzgar por lo que demostró en su puesta en escena en Dusseldorf, por debajo del volumen de fútbol, ocasiones y goles con el que debe expresarse.
Austria la rebajó casi todo el enfrentamiento. Porque entendió la forma de contenerla y abordarla.
Aún lejos de su máxima inspiración, Mbappé causa asombró. Unos instantes de silencio en el rival. Unos segundos de atracción y expectativa en el seguidor local. Se para el tiempo en el aficionado, que aguarda impaciente qué ocurrirá. Siempre parece que sucederá. No fue así casi nunca este lunes. Pero casi siempre termina apareciendo su don: desborde y gol (EFE).