Por: Flérida Rivera Rojas, Académica del Departamento Enfermería UCM y del Doctorado de Ciencias en Enfermería, U. Andrés Bello y Miguel Valencia Contreras, Académico del Programa de Doctorado de Ciencias en Enfermería, U. Andrés Bello y Departamento de Enfermería U. de Antofagasta.
Producto del cambio climático en Chile, se esperan oscilaciones de temperaturas para el período 2011-2030 con un aumento de 0,5°C en la zona sur y 1,5°C para la zona Norte Grande y Altiplánica.
Esta situación resulta preocupante en nuestro país, en especial para los trabajadores del área agrícola y de construcción, que están más expuestos, en especial en este período del año.
Aquello adquiere mayor importancia en nuestra región, donde existen alrededor de 142.000 trabajadores activos que se desempeñan en el sector agropecuario.
Estudios afirman, que el calentamiento global impacta en el bienestar y la salud de las personas, principalmente aquellos expuestos a temperaturas superiores a 30°C, quienes podrían vivenciar consecuencias en su salud, en especial del sistema cardiovascular y renal, esto asociado a la pérdida de agua y al desbalance entre el calor absorbido y el calor disipado, fenómeno conocido como “estrés por calor”.
Las olas de calor afectan principalmente a ancianos, mujeres embarazadas, personas con enfermedades crónicas, entre otros, lo que releva la importancia de las organizaciones de trabajo.
Los empleadores deben proporcionar medidas para otorgar un trabajo seguro y saludable, consiguiendo así una empresa más productiva y trabajadores más satisfechos.
Es por esto, que los empleadores comprometidos con la salud de sus trabajadores deben implementar estrategias facilitadoras que tributen al autocuidado como facilitar elementos de protección personal: bloqueador solar, gorro con víscera, prendas de vestir con protección ultravioleta, lentes oscuros y abastecimiento de abundante agua.
Los trabajadores deben asumir un rol activo, siendo los responsables de incorporarlas.