*Una delicada lesión abdominal llevó al tenista mallorquí a retirarse del Grand Slam de Wimbledon y ceder su paso a la final al australiano Nick Kyrgios.
Su padre le gritaba que se retirara en medio del maratónico partido ante el norteamericano Taylor Fritz que ganó en súper tie break.
No lo hizo.
Rafael Nadal demostró valentía y convicción.
Sin embargo, el día después su cuerpo no pudo más y comunicó a los organizadores que se retiraba del torneo “tengo una rotura en el abdominal, que tengo un riesgo importante de empeorarla si sigo jugando. Y aunque llevo todo el día pensando en qué hacer. Aquí sólo me valdría ganar el torneo y con el abdominal roto es imposible ganar dos partidos de este nivel. En ese sentido, la lógica me lleva a tomar esta decisión“, señaló en una emotiva rueda de prensa.
Quería jugar semifinales, pero el esfuerzo fue tan grande que la lesión se complejizó.
Reconoció Nadal “no tiene sentido seguir. He tomado la decisión porque así no puedo ganar partidos. No es sólo que no pueda sacar a la velocidad adecuada, es que no puedo hacer el movimiento con normalidad“, sostuvo.
El maestro teme a que esta situación avance “hay riesgo de que las cosas empeoren. Tengo la experiencia de 2009 en el US Open. La tenía de un tamaño al principio y la acabé multiplicando por ocho. He tomado la decisión pensando en mi futuro. Hace unos días vi mi carrera en peligro por la lesión en el pie“.
Su agenda es jugar el Máster previsto del cinco al catorce de agosto, siempre y cuando supera la lesión abdominal que le obligó a bajarse de Wimbledon cuando todo indicaba que su camino sería la final.
Gráficas: AFP (principal); AP (interior).