*DT de Deportes Linares reconoce haber quedado afectado tras el pobre empate 1 x 1 con Colchagua que acrecienta la opción del descenso a III División. Ya no se depende de sí mismo, sino de la diosa fortuna y las matemáticas.
Los albirrojos ganaban 1-0 con anotación de Nicolás Barrera en los 6´, pero un gran descuido les significó la igualdad por el veterano Francisco Pizarro en los 92´.
Lo peor, es que quedan 2 fechas.
No hay más tiempo y tanto el puntaje (18 puntos) como la diferencia de gol, es condenatoria.
Para el DT Ramón Clíment, este resultado cuando necesitaba más que nunca haber ganado, le caló en lo más profundo “mucho tiempo que no me sentía tan mal, a pesar que he perdido partidos por ahí con otros equipos, el cariño recibido acá me ha llegado. Ha sido muy grato estar acá. He sentido el amor que se le tiene al equipo y cuando no puedo ayudarles y aportarles algo, porque perdimos, duele”, reflexionó.
El estratego no recuerda en su trayectoria haber vivido una experiencia tan frustrante “esto que viví ante Colchagua, va a estar en mi historia de penas, porque los chicos jugaron bien, metieron, pero por esas cosas del fútbol… una pelota que nunca se sacó, quizás la más fácil para mi y nos convirtieron el empate. Fue injusto. Mi tristeza es por ustedes, por los hinchas, por gente del extranjero que me siguen, amigos dirigentes de otros equipos… aparte de la divinidad, aquí está la parte humana”, dijo.
La igualdad en las postrimerías del partido disputado en Talca, el DT Ramón Clíment la atribuyó a la “fortuna” para el rival de turno “fue una jugada fortuita y duele. Los culpables somos nosotros. Ni siquiera quiero ver el vídeo. Grité ¡no! ¡no! ¡no! me salían ruidos guturales… es que estaba todo, pero bueno, hay que seguir. Nos queda una opción muy mínima. Vamos a esperar qué pasa. Somos nosotros los que tenemos que entrenamos, pero es el ser humano el que decide. Tuvimos el 2-0 y no se hizo. Puro sufrir y sufrir”.
Agregó el jefe de la cabina técnica albirroja, que esa jugada casi al finalizar el partido frente a Colchagua, es el fiel reflejo de la temporada “esto no es mala suerte. Es que tomamos una mala decisión. Muy triste. Lamentable por la gente. Después de haber vivido un día de descanso en un río, gozar de un almuerzo grato… en 3 minutos perdimos todos. Quedaba 1 minuto y medio. Pido disculpas. Me dan ganas de llorar. Tengo una tremenda impotencia”, concluyó.