NUEVO ESTUDIO REFUERZA VÍNCULO ENTRE ALIMENTACIÓN ULTRAPROCESADA Y OBESIDAD INFANTIL

  • Investigación publicada en el Journal of Pediatric Nursing, con participación de académicos de la Universidad Católica del Maule, entrega nueva evidencia sobre los riesgos del consumo de alimentos ultraprocesados en la niñez y adolescencia en contextos latinoamericanos.

 

El aumento sostenido de la obesidad infantil en América Latina vuelve a encender las alertas de la comunidad científica. Un reciente estudio desarrollado en Uruguay y Brasil, y publicado en la prestigiosa revista internacional Journal of Pediatric Nursing, refuerza la evidencia que vincula el consumo frecuente de alimentos ultraprocesados con obesidad en niños y niñas.

Los resultados mostraron que las y los menores que tenían un estado nutricional normal en los primeros 2 años de vida, y 2 años después desarrollaron obesidad, eran quienes consumían más productos ultraprocesados desde edades tempranas. La investigación contó con la participación de académicos de la Universidad Católica del Maule (UCM), aportando desde el ámbito de la nutrición y la salud pública al análisis de esta problemática.

El trabajo, comentó la investigadora UCM y doctora en salud pública Isabel Pereyra Gonzalez, se enmarca en una preocupación global por los cambios en los patrones alimentarios infantiles, caracterizados por una mayor presencia de productos industrializados con alto contenido de azúcares, grasas saturadas, sodio y aditivos. Según expone el estudio, estos alimentos no solo desplazan opciones más saludables, sino que también se asocian a un mayor riesgo de desarrollar obesidad desde edades tempranas, con consecuencias a largo plazo para la salud.

 

ALIMENTACIÓN INFANTIL Y DESAFÍOS PARA LA SALUD PÚBLICA

 

De acuerdo con el análisis realizado por el equipo investigador, los niños y niñas con mayor consumo de alimentos ultraprocesados presentan una probabilidad significativamente más alta de desarrollar obesidad, incluso al considerar variables sociodemográficas. Los resultados adquieren especial relevancia al provenir de países latinoamericanos, donde la transición nutricional ha sido rápida y profunda en las últimas décadas.

Estos hallazgos, indicó Pereyra Gonzalez, refuerzan la necesidad de fortalecer las políticas públicas orientadas a la promoción de una alimentación saludable desde la infancia, así como considerar el rol que tienen los ambientes alimentarios en los que todos vivimos –familias, comunidades educativas y otros-, que muchas veces dificultan la elección de alimentos saludables porque abunda una oferta de productos ultraprocesados que resulten muy atractivos en el diseño y muchas veces engañosos en cuanto a su valor nutricional. Asimismo, el estudio aporta evidencia científica que puede contribuir al debate sobre regulaciones alimentarias, educación nutricional y entornos escolares más saludables.

Desde la Universidad Católica del Maule, la participación en esta investigación reafirma la labor institucional con la generación de conocimiento pertinente y con impacto social, especialmente en áreas prioritarias como la salud infantil y el bienestar de las nuevas generaciones.

Gráficas:  UCM.

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