LA ACTIVIDAD FÍSICA MEJORA LOS RENDIMIENTOS ACADÉMICOS

Por: Dr. Rodrigo Vargas Vitoria.

Decano de la Facultad de Ciencias de la Educación UCM e Investigador en Ciencias de la Actividad Física y Salud.

 

Por unanimidad la Sala de la Cámara de Diputadas y Diputados aprobó el proyecto de ley que busca exigir la práctica diaria de ejercicio al inicio de la jornada escolar en los establecimientos educacionales.

La iniciativa tiene como objetivo estimular en los menores de edad la práctica de la actividad física y los hábitos saludables, a través del ejercicio diario en los establecimientos educacionales del país.

En calidad de participante en la elaboración del Libro “Educación Física, Ejercicio, Deporte y Salud”, que compila reflexiones de académicos de varias casas de estudio y disciplinas a nivel nacional entorno al ejercicio físico y la salud como un derecho fundamental “me parece muy relevante la propuesta. Ya hace más de dos décadas que tuvimos una experiencia de esa naturaleza en el colegio Integrado Central en el que todos los estudiantes antes de empezar su jornada habitual se sometían a 30 minutos de actividad física todos los días y allí se plasmó el efecto que a partir de ello los estudiantes mejoraron sus rendimientos académicos y sus desempeños estudiantiles”.

En efecto, es una excelente medida y la acogemos con mucha alegría ya que se trata de una de las banderas que hemos justificado como necesarias de instalar en el sistema escolar para todos los niveles.

Las evidencias que nos entrega las neurociencias sobre aprendizaje y el efecto que el ejercicio físico tiene sobre él es notable.

CRECIMIENTO, NEUROPROTECCIÓN Y PLASTICIDAD SINÁPTICA

A modo de ejemplo, efectuando ejercicios aeróbicos se estimulan los siguientes factores de crecimiento que favorecen la neuroprotección y la plasticidad sináptica.

Las investigaciones han arrojado que, la práctica regular de la actividad física ayuda a optimizar el proceso del aprendizaje mediante la secreción de una serie de sustancias químicas que son facilitadoras de los procesos cognitivos relacionados con la atención y la memoria, y el ejercicio físico introducido desde edades tempranas, podría llegar a reducir el riesgo de padecer enfermedades mentales a largo plazo como la depresión y la ansiedad.

El intelecto no solo se nutre del conocimiento.

La actividad física regular y mantenida en el tiempo (en especial el ejercicio cardiovascular), puede producir cambios funcionales y estructurales en el sistema nervioso al liberarse un gran número de sustancias como la serotonina, la dopamina, la adrenalina y la noradrenalina, entre otras que modulan y consolidan determinados procesos cognitivos, como la memoria.

El ejercicio mejora las funciones ejecutivas que son habilidades mentales orientadas a la consecución de objetivos y enfocadas al futuro, como inhibición de la respuesta o la memoria del trabajo.

Del mismo modo, el ejercicio físico incrementa la plasticidad cerebral y mejora la capacidad de aprendizaje en individuos jóvenes, pero especialmente en personas mayores ya que mejora la función cognitiva.

Estos estos y otros factores como por ejemplo la calidad de vida y la salud por supuesto generan sólidos fundamentos para sostener que la modificación a la ley será de suyo un beneficio para toda la población escolar y porque indicar también que al generar hábitos servirá para toda la vida.

 

 

 

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