Por: Guillermo Jofré Pavez.
Profesor de Educación Física.
Periodista registro N° 792 del Círculo de Periodistas Deportivos de Chile.
Es impresionante las múltiples variables que encierra un triunfo en cualquier aspecto de nuestras vidas. El logro de un objetivo, el llegar a una meta, el vencer a un rival en lo deportivo, conseguir un anhelo largamente esperado, en fin, miles de otras cosas que producen esa satisfacción inigualable, esa felicidad que nos hace sentirnos satisfechos y disponibles para todo.
Basta solo mirar a nuestro alrededor y observar, o escuchar a nuestros semejantes, cuando la selección de fútbol profesional obtiene un triunfo, como que el país cambia, las gentes parecen más amables, andamos más relajados, podemos parar, en cualquier esquina, a comentar con el amigo, el vecino, el colega de trabajo, o bien con un personaje cualquiera que circule cerca de nosotros.
Es lo que nos regala el fútbol, cuando las cosas resultan bien, o cuando lo planificado da sus frutos, y lo más importante cuando los jugadores cumplen a cabalidad las instrucciones, responden a sus condiciones técnicas, deportivas y personales, y permiten que ese logro se haga realidad.
Es lo que ocurrió durante estas semanas con la selección chilena que compite por un cupo para el Mundial de Qatar 2022.
Después de estar, prácticamente fuera de competencia, con una campaña de malos resultados y que la tenía con un pie fuera de carrera, sucede que, al conseguir sendos triunfos, en dos encuentros, sumar 6 puntos, y vuelve a tener todas las expectativas al frente.
Es lo que acontece también en el plano local con Rangers, y en menor escala dentro de las competencias del fútbol amateur, pero teniendo siempre el mismo concepto, el mismo norte, el logro de metas y objetivos.
A medida que los triunfos llegan, mejores son nuestras posibilidades de obtener éxito en lo que se ha planificado.
Pero a nivel de selección chilena no está todo dicho, ya que aún restan muchos encuentros, tanto de local como de visita, y está casi en la obligación de seguir sumando buenos resultados para llegar a tocar ese logro que todos esperamos, estar presentes en la cita planetaria Mundial de Qatar 2022.
Vale la pena mencionar aquí también que el obtener un triunfo, no es solo tarea de una persona y uno o dos jugadores, es mucho más amplio, donde el espectro de gentes y profesionales que ayudan a conseguir la meta trabajan codo a codo para aportar, cada uno, desde sus profesiones y actividades el grano de arena necesario para que se complete ese objetivo.
El ganar o vencer es como el corolario, la parte final de un pequeño proceso que puede durar días, semanas, meses o años, y donde los dirigentes deben trabajar unidos con sus pares de modo de estructurar un grupo sólido, fuerte, competitivo y dócil, que permita al cuerpo técnico dar lo mejor de sí para formar el equipo que debe representarnos.
Tal vez por esa razón se alegra tanto el hincha cuando se gana, por que conseguir un triunfo, no es solo tarea de uno solo, no es fácil y son verdaderos equipos de personas y personalidades que buscan un mismo objetivo y cuyos responsables deben ser muy preparados, tolerantes, capaces, inteligentes para aceptar las diversas conductas y actuaciones de sus dirigidos, ser muy empáticos y en constante capacitación para estar siempre preparados y a disposición de solucionar cualquier imprevisto.
El triunfo, finalmente, requiere de personas muy capaces, confiables y dispuestas al éxito…