Por: Guillermo Jofré Pavez.
Profesor de Educación Física.
Periodista registro N° 792 del Círculo de Periodistas Deportivos de Chile.
La vuelta de los hinchas a los estadios del país para seguir las alternativas del Torneo Nacional de fútbol, tanto en Primera A como la Primera B o ascenso, ha sido talvez la noticia más relevante de la presente temporada.
Lo anterior, sumado a que, a estas alturas del invierno, no quedan comunas en el país que estén en cuarentena o tengan algún grado de restricción por parte de las autoridades sanitarias o gubernamentales.
¿Qué pasó?
¿Se acabó la pandemia?
No, no nada de eso.
Lo que sucede que las cifras de personas con el Síndrome del Covid-19 han ido disminuyendo en el territorio nacional, lo que llevó a las autoridades del sector salud ir relajando las medidas de control sobre las personas, en el llamado camino “paso a paso” o retorno seguro.
Evidentemente, que los hinchas en los estadios son como el sabor y la esencia del espectáculo deportivo, entonces hay que imaginar la alegría que significa para los manejadores del fútbol profesional y para los dirigentes de los clubes, este masivo retorno del respetable público a los partidos.
Eso se entiende, desde el punto de vista social, económico, laboral y mental que esta pandemia ha perjudicado a todos, cual más cual menos, personas e instituciones, países y continentes completos, es decir de otra forma, a todo el mundo.
Les recuerdo que este tema es muy serio, no en vano, solo en nuestro país han fallecido a la fecha, desde el inicio de este mal, cerca de treinta y siete mil compatriotas, víctimas del Covid-19. Eso, perfectamente se puede asociar a 37 mil familias afectadas por la pérdida de un ser querido.
Ahora, mirando las cifras macros, en el mundo entero existen, hasta este momento, 209 millones de infectados, lo que significa una cifra de cuatro y medio millones de personas que dejaron de existir por esta causa. Pero así también ha sido el esfuerzo de las naciones, entre ellas Chile, por vacunar a sus gentes, donde a nivel mundial se han inoculado, hasta el cierre de esta nota, una cifra nada despreciable de cuatro mil setecientos setenta y siete millones de personas.
Por lo mismo, si por ahora en Chile, existe alegría por este progreso sanitario, no se debe permitir un descuido en los resguardos y cuidados que debemos mantener respecto de la enfermedad, por que usted y yo sabemos que, en cualquier momento, se declara una nueva variante o una nueva ola que podría echar por tierra todas estas licencias de las cuales estamos gozando hoy en día.
Tanto en Europa, como en Asia, han tenido a la fecha varias etapas de desarrollo, que llevó a muchos países a liberar restricciones, pero, de un tiempo a la fecha, ya estamos en presencia de un retorno a la suspensión de espectáculos de nivel mundial.
Por citar el gran premio de Fórmula 1 de Automovilismo en Japón, o como un Grand Slam de Tenis en Hamburgo.
De allí entonces, la necesidad de hacer un llamado a mantener las normas, respetar los aforos, no engañar a la autoridad competente con cifras o datos que no corresponden, mantener la cordura necesaria para estar siempre a resguardo, con una distancia segura, llevar por siempre las mascarillas bien puestas y tener, específicamente, en los recintos deportivos, una conducta acorde a las necesidades y requerimientos del o los eventos deportivos al que se asiste.
Creo en la madurez de nuestros hinchas y espectadores y no pienso que este aforo tenga que transformarse, por culpa de algunos desprevenidos, en un “afuera” ……sería una lástima y un retroceso muy duro para todos……….