ASÍ LO DEJÓ

*Un equipo feble como dueño de casa, especialmente ante rivales modestos y de planillas bajísimas y con objetivos muy distintos a Rangers que siempre está llamado a ser protagonista.

 

El despido del cuerpo técnico oficializado el lunes, aunque decidido el sábado, viene a ratificar la afirmación que el fútbol es presente y no se vive de recuerdos.

La manía frase “soy el técnico más exitoso de la división”, se contradice rotundamente con el paso por Rangers, en donde obtuvo ¡nada!

Ya el año pasado se produjo un rotundo fracaso al no ascender como era el compromiso.

Aquél plantel fue disuelto por completo.

Esta temporada se conformó uno nuevo que no ha respondido a las exigencias ni expectativas, aunque a la hora de buscar responsables por la discreta campaña que tiene al equipo en la medianía de la tabla- lo que no se condice con la fuerte inversión que ha realizado la propiedad -, se apuntó al argentino Marcos Fernández quien rescindió por un antojo técnico.

Lo reemplazó su compatriota Ricardo Blanco, quien sorpresivamente fue titular ante el colista San Luis, pasando por arriba de los códigos del fútbol que todo jugador debe esperar su oportunidad, ya que por él había varios por delante que venían jugando.

Quizás el último bastión fue el triunfo 4 x 0 sobre Cobreloa, pero no se explicó que los loínos se presentaron con un equipo de emergencia, con varios juveniles y sin extranjeros, por una sanción interna aplicada a 8 jugadores indisciplinados.

Aquella victoria sepultó lo ocurrido en el avión de regreso de Arica a Santiago, cuando el relator deportivo Juan Antonio Medel denunció haber sido agredido e insultado, hecho que se acalló.

Las derrotas ante San Marcos, San Felipe y San Luis, apuraron la decisión que exigía la hinchada hace rato de terminar esta relación que siempre fue distante.

Nunca se logró solidez deportiva en casa y las diferencias de planillas, quedaron selladas con inesperadas caídas que colmaron la paciencia.

Así lo dejó.

Bajo una reflexión que debe tomarse en cuenta siempre en el fútbol.

El éxito fue ayer y nadie lo va a desconocer.

Sin embargo, de recuerdos no se gana ni se asciende.

 

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